Sobre las Formaciones
“Al final eso no existe, al final existe el juego, existe el jugar”
Juan Manuel Lillo
Un equipo de fútbol no gana dependiendo de su formación, no falla porque escogió mal la disposición espacial de sus jugadores y tampoco empata debido a la misma formación. Enfocarse en una formación, que es la distribución geométrica de un equipo en el campo es realmente inoperante para un análisis fundamentado en el juego. Como lo explica Lillo “al final existe el juego” y “que más que jugar a los puestos hay que jugar al juego” el juego es la interacción que tiene el jugador con la pelota, sus compañeros, los espacios y los rivales.
¿Qué hace tener a un equipo más posibilidades de ganar? El talento bien administrado al final se sobrepone casi a todas las circunstancias, el jugador de forma individual que afecta positivamente al colectivo, marca diferencias enormes. Estos jugadores juegan al juego, no juegan a una formación especifica y hacen jugar o activan a sus demás compañeros, estar bien posicionados, atacar espacios libres, un buen pase y conducciones en lugares específicos crean contrastes significativos contra rivales.
Las formaciones son una referencia posicional para el jugador y su función dentro de un organismo vivo como es el fútbol, ya que en el hay quienes crecen de forma conjunta y esto incide en el juego. Las formaciones son elaboradas para que el jugador entienda cual es su zona de juego y cuales son las que en teoría no debe pisar. Pero estas son cosas fundamentadas en planes supuestos, ya que hay principios de juego donde los laterales atacan como extremos o
subprincipios que establecen el cómo y por qué un defensa debe conducir en la salida del balón.
Las formaciones no deben recibir criticas, solo los que las eligen y se manifiestan en ellas.
Tanto entrenadores y jugadores son responsables del éxito de una formación, si dicho mapeo posicional no tiene éxito, es por falta de entendimiento del jugador de su función, falta de talento para llevarlo a cabo por el jugador y por el mismo entrenador que no escogió una zona para una función adecuada para dicho futbolista.
