"Justicia Divina"

Antes que el fútbol se volviera un negocio y que los profesionales cobraran por premios en las selecciones este era un juego. Luego se fue degenerando todo, absolutamente todo, los jóvenes jugadores son reyes midas y los veteranos futbolistas entrenadores formados rápidamente. Ahora poco a poco nos hemos dado cuenta de casos de corrupción en el organismo que rige el fútbol. Pero ante todo llegamos a creer en la “Justicia Divina”.
Maynor Figueroa capitán de nuestra selección fue más allá y se preguntó si había dinero de por medio. Y lo hay, por montones pero no para todos, millonarios contratos con entrenadores que no justifican sus ganancias, sin un juego sustentado en algún modelo establecido, sin un entrenador responsable con lo que dice y hace. Hay dinero para entrenadores que alardean de sus victorias pasadas. Que hablaron por cuatro años seguidos de cómo sabían y conocían el fútbol de la región, el caso JLP es de los más nefastos en nuestra historia de selecciones.
Un hombre que nunca respetó la cultura de los jugadores, que los confrontaba, que tenía problemas con la prensa y dicho sea de paso no jugaba a nada, el público harto de eso pedía su renuncia en cada derrota. No se puede desconocer el éxito rotundo del colombiano con Costa Rica, pero por más cerca que estemos somos una sociedad completamente diferente. En más de alguna vez se mencionó que JLP trabajaba con la Periodización Táctica metodología de entrenamiento desarrollada en Portugal por el profesor Vitor Frade, donde se establece que el entrenador se debe familiarizar con la cultura del país y cultura futbolística entre otras cosas para desarrollar su modelo de juego.
Un modelo de juego que nunca estuvo bien estructurado, un modelo de juego que nunca tuvo garantías defensivas por más que se jugará con línea de cinco por momentos. Ya que una formación táctica no incide en la victoria o derrota de un equipo, lo que incide es como el entrenador explica estas referencias espaciales y como los jugadores interpretan esté orden territorial. No fallan los sistemas, fallan quienes ejecutan los sistemas. Un modelo de juego alejado del balón, donde se buscaba al jugador más lejano pero sin nadie que le ayudará en la segunda jugada. Un modelo sin estilo, (estilo es la parte ofensiva del modelo de juego) que procuraba jugar para los rápidos sin hacer rápido el juego. Ya que la velocidad y el ritmo lo marcan el balón jugado por bajo. Un modelo de juego que fue por mucho tiempo de transiciones rápidas ofensivas pero sin mecanismos en la defensa posicional.
Es aquí donde se acaba el dinero, Maynor. Cuando comenzamos a hablar de los jugadores y de cómo ellos aprenden a jugar fútbol. Es cierto que no es nuestra generación más talentosa. Pero para generar más talento se trabaja desde edades infantiles, conlleva un proceso de conocimiento de técnica motriz y comprensión del juego para en un futuro adaptarse a algún modelo. El futuro de nuestro fútbol no son los que están jugando en la liga nacional, no son los legionarios, el futuro del fútbol son y serán siempre los que se forman. Es aquí donde la “Justicia Divina” tiene que interceder por todos nosotros los que aportamos nuestro sudor y lagrimas a este, nuestro fútbol.
fuente de imagen: futbolred.com