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Verdades a Medias


El profesor Nahún Espinoza dice verdades a medias, de una forma jocosa se ríe del buen juego e incluso peor tiene de referente de buen juego a un equipo que actualmente perdió su modelo de juego, hondamente conocido. Las posturas con los periodistas como técnico dejan mucho que desear. Como se sabía, el juego de Espinoza dista mucho de la estética de cualquier modelo de juego y como antes se le escuchaba decir más verdades a medias, ahora se le cuestiona con justa razón.


“Yo soy un técnico, yo no soy aficionado” dijo ante los medios de comunicación. Confrontarse con el aficionado, no es una buena idea, imponer un título tampoco cae muy bien. El aficionado olimpista más que cualquier otro en esté país puede detectar, cuando su equipo juega bien o juega mal. Porque es un aficionado que ha palpado buen juego desde que asistía al estadio, posiblemente pocos aficionados del Olimpia tengan los títulos de entrenador que él tiene pero lo que si tienen es el gusto por el buen fútbol, porque a eso estuvo acostumbrado casi siempre. Ser técnico no lo hace mejor, ni lo hace conocer más, solo lo hace tomar decisiones que afectan positivamente o negativamente a su equipo.


¿Qué es jugar bien al fútbol? En la misma intervención frente a los medios él hace una pregunta, pensando erróneamente que tiene la razón, dicho sea de paso en este deporte nadie es dueño de la verdad e imponerse frente a los medios es igual a lo que hizo Olimpia en Puerto Cortes; equivale a nada. Jugar bien al fútbol, es utilizar la pelota como medio para llegar al fin, los goles, habrán modelos más estéticos que otros pero si tienen conceptos defensivos y ofensivos claros, entran en la categoría de jugar bien.


La Real Academia Española describe la emoción, como la alteración del ánimo intensa y pasajera. La Periodización Táctica (metodología de entrenamiento desarrollada en Portugal) explica que el entrenador debe “emocionar” a sus jugadores, transmitirles emociones para que ellos pueden recibir mucho mejor el mensaje en el entrenamiento. El profesor Espinoza fue muy claro al decir que el deja las emociones afuera, dicho sea de paso posiblemente no conozca que en el siglo 21, hay que emocionar a los jugadores que uno dirige.


Luego en está misma intervención frente a los medios, habla de manera tajante que él se avoca al reglamento de la serie, pasándose por alto el primero reglamento y el más importante el que compone este deporte. Juan Manuel Lillo, uno de los entrenadores referentes de Josep Guardiola, dijo una vez: “El fútbol no es ofensivo ni defensivo, el reglamento solo dice que hay marcar más goles para ganar. Y nosotros hemos decidido no llevarle la contraria, por eso partimos del balón, porque sin el no se puede hacer goles”



Y cuando tuvo la oportunidad de demostrar lo que valía su título de entrenador frente al periodismo y al aficionado común, no pudo explicar exactamente que el fútbol es un deporte de procesos, hacer una cuenta de partidos y entrenamientos, no es del todo clara, no cualquiera entiende que eso significa que no hay tiempo para crear un modelo de juego, si es que acaso tiene las remotas intenciones de crear un modelo de juego que cuaje todos los conceptos ofensivos y defensivos que verificaba a medias en la televisión.




fuente de imagen: radiohouse.hn





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